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sábado, 25 de febrero de 2012

POEMA DEL POETA TRISTE ( BONUS TRACK)


Este es el poema del Poeta Triste que leyó en esa noche que no se le vio aparecer más en el Hogar de Crizto. Se encontró escrito en una pared anónima del Callejón de los Olvidados, al día siguiente en que los bomberos apagaron el incendio que terminó con la vida de unos cuántos mendigos.

"No somos hijos de Dios, Benito Parranda, entienda,
somos sus excelentísimos huachos
los que escarbamos en la basura de los escojidos,
somos los que cagamos en cualquier kiosko soleado,
que firmamos con nuestros meados cada cortina de metal que ronronea en un Mall,
un cadáver que lanzamos  más allá de los límites cibernéticos desta ciudad.

No somos hijos de Dios, Benito Parranda, debe entenderlo;
somos sus huachos, los que dormimos en las escalinatas de los Templos,
que por hambre hacen fila para desayunar una ostia y un poco de bendito vino;
por eso nuestros dedos se asoman por los zapatos rotos, Benito Parranda;
por eso dormimos sin contar ovejas, porque las degollamos , las des-lanamos ,
las fileteamos con los dientes escasos y las cenamos entre sueño y sueño,
mientras usted, en su oficina, brinda con el Arzobispo de Santiago du Chili
porque en el país, según usted, el  Nazareno sigue construyendo hogares para los olvidados
y nosotros, nosotros ahogamos nuestras tristezas en una copa tetra pack
y deseamos, deseamos dejarnos vencer por el frío
y amanecer, amanecer con los ojos gravitando falsas celebraciones con globos y serpentinas.

No somos hijos de Dios, Benito Parranda
No somos hijos de Dios, Benito Parranda
No somos hijos de Dios, Benito Parranda